viernes, 22 de julio de 2016

SEGURIDAD MARÍTIMA, UN TEMA DE CONCIENCIA

Cuando hablamos de seguridad marítima, sabemos que nos referimos en primer lugar a la Seguridad de la Vida Humana en el Mar y a la Protección del medio Ambiente, y nuestra en profesión sabemos que esto está expresado en la Misión de la OMI (Organización Marítima Internacional) en la que fomenta “un transporte marítimo seguro, protegido, ecológicamente racional, eficaz y sostenible” (OMI)


A través de los tiempos se ha estado evaluando el transporte marítimo y se han ido “mejorando” los procedimientos y controles a través de convenios, los mismos que han sido implementados por los países miembros, pero en muchos casos con aplicación directa sin contemplar las diversas culturas de los 171 estados miembros.



En la actualidad, sólo estudiar todos los convenios y sus aplicaciones merecería el estudio de una carrera profesional exclusiva, dado actualmente la OMI tiene a su cargo más de 50 convenios y acuerdos internacionales y ha adoptado numerosos protocolos y enmiendas.

Cuando hablamos de la seguridad de la vida humana nos referiremos al SOLAS, si hablamos de prevención de contaminación revisamos el MARPOL, así también las exigencias profesionales mercantes las vemos en el STCW, la protección de buques e instalaciones portuarias en el PBIP, las condiciones laborales en el MLC, y así sucesivamente, algo que todo mercante tiene conocimiento.




De hecho con la experiencia a bordo y en el negocio marítimo hemos aprendido mucho acerca de estos y otros convenios, y de reglamentaciones como las de las sociedades clasificadores; algo que un recién egresado de algún centro de formación marítima sólo tendría las nociones o guías de dónde encontrar tal o cual aplicación; como recién egresado sólo se guiarían por los manuales de gestión del sistema ISM (International Safety Managment) que son la columna vertebral para realizar un buen trabajo a bordo de los buques, siempre y cuando sean leídos con seriedad y con conciencia.

Pero, porque a pesar de tener todo una biblioteca para mitigar los riesgos, a pesar de tener lecciones aprendidas de casos como el del Andrea Doria y el Estocolmo, el del Costa Concordia, el del Prestigie, el de muchos ferris y artefactos navales, el de los casos recurrentes de ingresos fatales a espacios confinados, y otros muchos más, seguimos siendo testigos de accidentes fatales. La respuesta podría ser una sola la FALTA DE CONCIENCIA EN LA SEGURIDAD.


      Fuente: http://www.taringa.net/posts/imagenes/7044705/Accidentes-historicos-y-desastres-naturales.html


La profesión, de Marinos Mercantes, es una de las más nobles y sacrificadas, y lo primero que debemos tomar en cuenta es la SEGURIDAD; es responsabilidad de cada uno de nosotros de saber que, la CONFIANZA ERRADA (creer que nada va a pasar) es el peor enemigo de la seguridad, y esta debe quedar en el muelle cuando nos embarquemos.

Todos los convenios, planes de seguridad de los sistemas de gestión y lecciones aprendidas no sirven de nada si no tomamos la conciencia real para poder preservar la vida humana y mitigar la contaminación del mar. Hagamos que la seguridad sea piedra angular de la filosofía del marino mercante. Así también las empresas navieras deben ser conscientes que todo gasto en seguridad es necesario y de prioridad.

Debemos tener en cuenta que los accidentes fatales sólo nos puede ocurrir una vez, no hay experiencia que valga en temas de accidentes.


POR UNA MARINA MERCANTE FUERTE Y PODEROSA

Comentarios sujetos a debate, no soy dueño de la absoluta verdad




     

1 comentario:

  1. Excelente reflexión, lo felicito colega, en materia de Seguridad Marítima hemos ido avanzando muy lentamente, pero seguro, cada día vemos más colegas preocupados y aportando notas muy valiosas que de una u otra manera sensibilizan y despiertan la curiosidad al respecto, dejando la inquietud por profundizar en la materia.

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