En el Perú, la reciente ley promulgada, Nro. 30580 ley que
modifica la ley Nro. 29475 que a su vez modificó a la ley Nro. 28583 Ley de
Reactivación y Promoción de Marina Mercante Nacional, ha sido un ejemplo de lo
alejado que se encuentran nuestros gobernantes respecto a los intereses marítimos.
La mencionada ley que pretende liberar el cabotaje a los
buques de bandera extranjera, que realizan operaciones de comercio exterior, no
es más que un enredo en la que se puede reglamentar de distintas formas y el
propio reglamento, una vez promulgado, en su esencia tendría mayor jerarquía
que la propia ley, lo que habría dado más de un dolor de cabeza al propio Hans Kelsen.
Foto: Puerto
de Chimbote Fuente: http://infraestructuraperuana.blogspot.pe/2014/12/puerto-de-chimbote.html
En el Perú, cuando hablamos de cabotaje marítimo podemos
dividirlo en tres partes; el primero el cabotaje de líquidos o hidrocarburos;
el segundo el cabotaje de carga seca y el tercero el cabotaje en lo que
respecta al transporte de pasajeros.
Respecto al cabotaje de hidrocarburos podemos decir que se
encuentra en una madurez propia de un mercado competitivo, se cuenta con una
flota mercante de acuerdo a la demanda del mercado, con una infraestructura
portuaria adecuada para las operaciones de carga y descarga; y lo más
importante contamos con una experiencia que no puede ser destruida.
Por otro lado, del total de las operaciones marítimas de
carga seca, en el 2016, el 0.37% del total de TM ha correspondido al cabotaje,
es decir es inexistente, de allí que los buques de bandera extranjera que
vienen por el Perú, en operaciones de comercio exterior, están interesados para
poder hacer cabotaje dado que para ellos representa un ingreso marginal, ¿cuál
es el problema?, ¿porque en el transporte de cabotaje de hidrocarburos tenemos
una flota por decir madura y no así en el transporte de carga seca?, las
razones son muchas, entre la cuales están la falta de plataformas logísticas en
los terminales portuarios, falta de infraestructura adecuada o falta de una
buena legislación para aprovechar la que tenemos, falta de un buen transporte
multimodal, alta competencia con los
camiones, y aquí el Estado debe mejorar la legislación del transporte terrestre,
otras “faltas” más y sobre todo falta de una VISIÓN MARÍTIMA.
Respecto al transporte de cabotaje marítimo de pasajeros es
inexistente, y aquí el Estado también le falta una Visión de Futuro, nuestras
ciudades están atiborradas de paraderos informales, y también formales, para
buses interprovinciales, es más entiendo que hay rutas como la de Lima e Ica
que han sido consideradas como transporte urbano y no interprovincial, y para
mejorar esto se tiene que ver hacia el futuro colocando un tren bala o
desarrollando un transporte marítimo de pasajeros.
Habiendo visto estos tres tipos de transporte de cabotaje,
no podemos pretender legislar de una forma igual para todos, porque podemos
destruir nuestra flota mercante que tenemos y por otro lado podemos seguir sin
transporte de cabotaje de carga seca ni de pasajeros; no debemos tocar la ley
de Reactivación y Promoción de la Marina Mercante modificándola sino que
debemos mejorarla haciendo adendas; pero mientras tengamos una clase política sin
IDENTIDAD MARITIMA llegaremos a nuestro Bicentenario como República con un
letrero en nuestro mar “For Sale”.