jueves, 3 de agosto de 2017

CABOTAJE MARITIMO, ¿DE QUE HABLAMOS?

En el Perú, la reciente ley promulgada, Nro. 30580 ley que modifica la ley Nro. 29475 que a su vez modificó a la ley Nro. 28583 Ley de Reactivación y Promoción de Marina Mercante Nacional, ha sido un ejemplo de lo alejado que se encuentran nuestros gobernantes respecto a los intereses marítimos.

La mencionada ley que pretende liberar el cabotaje a los buques de bandera extranjera, que realizan operaciones de comercio exterior, no es más que un enredo en la que se puede reglamentar de distintas formas y el propio reglamento, una vez promulgado, en su esencia tendría mayor jerarquía que la propia ley, lo que habría dado más de un dolor de cabeza al propio Hans Kelsen.



            Foto: Puerto de Chimbote  Fuente: http://infraestructuraperuana.blogspot.pe/2014/12/puerto-de-chimbote.html

En el Perú, cuando hablamos de cabotaje marítimo podemos dividirlo en tres partes; el primero el cabotaje de líquidos o hidrocarburos; el segundo el cabotaje de carga seca y el tercero el cabotaje en lo que respecta al transporte de pasajeros.

Respecto al cabotaje de hidrocarburos podemos decir que se encuentra en una madurez propia de un mercado competitivo, se cuenta con una flota mercante de acuerdo a la demanda del mercado, con una infraestructura portuaria adecuada para las operaciones de carga y descarga; y lo más importante contamos con una experiencia que no puede ser destruida.

Por otro lado, del total de las operaciones marítimas de carga seca, en el 2016, el 0.37% del total de TM ha correspondido al cabotaje, es decir es inexistente, de allí que los buques de bandera extranjera que vienen por el Perú, en operaciones de comercio exterior, están interesados para poder hacer cabotaje dado que para ellos representa un ingreso marginal, ¿cuál es el problema?, ¿porque en el transporte de cabotaje de hidrocarburos tenemos una flota por decir madura y no así en el transporte de carga seca?, las razones son muchas, entre la cuales están la falta de plataformas logísticas en los terminales portuarios, falta de infraestructura adecuada o falta de una buena legislación para aprovechar la que tenemos, falta de un buen transporte multimodal,  alta competencia con los camiones, y aquí el Estado debe mejorar la legislación del transporte terrestre, otras “faltas” más y sobre todo falta de una VISIÓN MARÍTIMA.

Respecto al transporte de cabotaje marítimo de pasajeros es inexistente, y aquí el Estado también le falta una Visión de Futuro, nuestras ciudades están atiborradas de paraderos informales, y también formales, para buses interprovinciales, es más entiendo que hay rutas como la de Lima e Ica que han sido consideradas como transporte urbano y no interprovincial, y para mejorar esto se tiene que ver hacia el futuro colocando un tren bala o desarrollando un transporte marítimo de pasajeros.

Habiendo visto estos tres tipos de transporte de cabotaje, no podemos pretender legislar de una forma igual para todos, porque podemos destruir nuestra flota mercante que tenemos y por otro lado podemos seguir sin transporte de cabotaje de carga seca ni de pasajeros; no debemos tocar la ley de Reactivación y Promoción de la Marina Mercante modificándola sino que debemos mejorarla haciendo adendas; pero mientras tengamos una clase política sin IDENTIDAD MARITIMA llegaremos a nuestro Bicentenario como República con un letrero en nuestro mar “For Sale”.   




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